Auspiciados por los grandes criminales los idiotas derribaron la Barrera Protectora y los escombros cayeron sobre sus tejados y fueron así felices un instante entre la miseria de sus ciegas vidas.
R. de M. (08/11/2019)
berlín 1989 (los ciegos)
II
Algunos miserables hipnotizados por los caramelos virtuales huyeron obviamente por los túneles que indefectibles desembocaban en las fosas sépticas del capital.